Carlo Vinicio Caballero Uribe.
Presidente PANLAR“No hay nada más universal que lo local”
Gabriel García Márquez
Una de los principales logros de mi carrera es haber sido un propulsor permanente de lo regional, entendido como la necesidad de tener partes o regiones fuertes que a su vez fortalezcan al todo al cual pertenecen.
El destino me llevó a desarrollar mi actividad profesional desde una de esas regiones, el Caribe colombiano. Creamos Reumatólogos del Caribe haciendo un curso de actualización para reumatólogos y médicos interesados en el área, entendiendo la necesidad de educación continua en reumatología que había en nuestra región y la necesidad de un foro apropiado y propio para presentar ideas, trabajos e innovaciones, además de actualizar al cuerpo médico. Eran las épocas donde nos llamaban de la capital con los programas conformados para que nosotros fuéramos moderadores.
Desde Reumatólogos organizamos un curso anual que este año cumple veintiún ediciones, dos congresos nacionales, uno centroamericano, del Caribe y los Andes y varios cursos internacionales “Precarnaval” de Barranquilla, todas empresas exitosas que en su momento parecían una locura. La última de estas aventuras fue organizar el I Curso de Revisión de Reumatología PANLAR, evento que organizamos básicamente con la experiencia e infraestructura adquirida a través de todos estos años y que fue un éxito en todos los sentidos, poniendo a Barranquilla como una capital regional en el mapa de la reumatología panamericana. Para nosotros, los caribes colombianos, luchar por que se respete y no se menosprecie nuestra identidad nunca ha sido asunto menor. Tuvimos que ganar un Premio Nóbel de Literatura y recibirlo en liqui-liqui y con vallenatos en la fría Estocolmo para que nuestro país entendiera que ser diferentes no es ser ni menos ni más, solo una expresión necesaria del tipo de mestizaje del que somos producto, tan válida e importante como cualquier otra.
Los eventos regionales
Por esto, no hemos dudado en apoyar y promover los eventos regionales bajo la sombrilla de PANLAR. Eventos como el primer PANLAR-ACCAR deben seguir realizandose. La Asociación Centroamericana, del Caribe y los Andes (antes ACCA, ahora ACCAR) cubre dos regiones PANLAR y trece de los veintiún países que conforman PANLAR (región centroamericana y bolivariana). ACCAR nace como una reacción al centralismo tradicional que se extiende desde la organización territorial política a otras áreas, en este caso la medicina, que seguramente heredamos desde la Colonia.
Hizo carrera en los pasillos de múltiples eventos de la región el término de ACCA con un significado más coloquial: “ahora nos toca acá“. Para sus fundadores fue el impulso definitivo para un PANLAR menos polarizada y dependiente de esa visión central instaurada por los padres de la organización en los extremos norte y sur de nuestro continente. Una evolución y crecimiento lógico si se quiere, pero no por eso ausente de conflictos y definiciones precisas.
El impulso de la región ACCAR se empezó a notar políticamente desde su fundación, con las presidencias en PANLAR de los doctores Abraham García Kutzbach, de Guatemala, y Juan Angulo Solimano, del Perú. Organizativamente, con los congresos panamericanos de Aruba (inicialmente asignado a Venezuela pero trasladado a Aruba por problemas políticos), Lima, Guatemala, Santo Domingo y Panamá que han sido todos muy exitosos, máxime teniendo en cuenta que hasta el año 2002 solo se había realizado un panamericano en la región, precisamente en Colombia. Académicamente también se ha mejorado en aspectos como la participación en eventos, grupos y redes, las revistas científicas que se producen con regularidad como es el caso de la colombiana, venezolana y peruana, que reflejan un crecimiento y madurez progresivo de estas regiones, que a su vez son las más jóvenes de PANLAR. No obstante, aún tenemos pendientes. En esta nueva etapa, marcada por el movimiento PANLAR Somos Todos y con sus antecedentes, no se entendería una lucha de regiones o identidades.
El objetivo de los cursos regionales
El fin de los eventos regionales es dar una mirada local al conocimiento global. No podremos tener una verdadera reumatología panamericana de alto impacto sin datos propios. Esos datos y esas diferencias que nos hacen únicos están en las regiones. Las experiencias de los grupos de estudio que se han consolidado lo demuestran. Esos datos están en los congresos nacionales y en los eventos regionales que se han realizado por mucho tiempo en el continente en cada una de las etapas de su evolución: desde las jornadas y congresos rioplatenses, pasando por los del Mercosur, siguiendo por encuentros México-Canadienses, hasta llegar por supuesto a los eventos de ACCAR, que son defendidos por sus gestores y apoyados por el tiempo y la necesidad.
Creo que debemos aprovechar estos espacios para crear identidad, establecer redes de trabajo colaborativo, presentar nuestras experiencias, desarrollar la investigación regional, ayudar a crear liderazgos renovadores, innovar e integrarnos desde esa diversidad y riqueza que es tan propia de nuestro continente. El conocimiento de las necesidades de educación de nuestra región, la experiencia convertida en documentos y datos propios y la apropiada valoración de las experticias de los nuestros permitirán que también el resto del mundo conozca, valore y quiera conocer las mismas.
Así, desde las regiones podemos seguir creciendo y construyendo un PANLAR sólido, con identidad propia y más dueño de su futuro, buscando siempre la excelencia de nuestra especialidad.
“No hay nada más global que lo local”, decía el inmortal Gabito refiriéndose a que el amor por lo propio y autóctono debe estar en nuestra esencia. El nóbel también decía que saberlo contar nos hará universales. En eso nos deben ayudar estos cursos. Que así sea.